La nueva gobernanta del Palacio de Santillana, Soledad, nada tiene que ver con su predecesora Catalina, que murió en el capítulo anterior de forma inesperada. Soledad es estricta y no permitirá ningún tipo de réplica por parte del resto de servicio al que trata con absoluta distancia. La Marquesa deberá confiar en Soledad desde el principio, pues es la única que parece capaz de encontrar a su bebé. Lucrecia creía muerto al hijo del rey al que dio a luz hace poco, pero descubre que ha desaparecido del orfanato en el que el Comisario lo había escondido. La nueva gobernanta parece tener los suficientes contactos para encontrar al niño. Por otra parte, Águila Roja tendrá que luchar sin su catana, después de que un rayo impactará en ella. Sátur decide llevarla a un forjador para que la arregle sin decírselo a su amo. La identidad del héroe podría quedar al descubierto.