La policía detiene a Kim Myeong-sik como principal sospechoso y este confiesa haber asesinado a Go Eun-seo. Asegura que no habrá más asesinatos porque está en prisión. Mientras tanto, los padres de Jeong-ah acuden al hospital veterinario de Baek-ryeon, que rompe a llorar cuando escucha la historia de la desaparición de su hija.