La revista Playboy se pone en contacto con Kris y le pide que le diga a Kim que quieren que esté en la portada de su número de diciembre de 2007. Kim duda al principio, pero Kris la anima a hacerlo. Para mostrarle a Kris lo difícil que es tomar la decisión, Kim le propone intercambiar los papeles y juega a ser la representante de Kris y prepara a su madre para una sesión de semidesnudos. Kim consigue el atuendo más escueto que puede. La mejor imagen de Kris es su topless, en una toalla / manta con bandera estadounidense. Kris disfruta el rodaje, sorprendiendo a Kim.