Mortadelo y Filemón son los encargados de vigilar los diez diamantes de la Gran Duquesa Tatialagueña, pero Vicente el Urraco se los ha conseguido robar. El urraco ha escondido los diamantes en diez lugares distintos (una obra, un edificio, hundidos en el puerto, una peluquería, un árbol, las alcantarillas, el club de la broma, la finca Los Cantorrodaos, un parque municipal y la guarida de un gánster) y Mortadelo y Filemón tendrán que recuperarlos.