Pocoyó ha recibido un regalo con un envoltorio muy bonito pero no quiere abrirlo. Elly se muere por saber lo que hay dentro. Le ruega y le pide por favor que lo abra hasta que decide tomar medidas desesperadas. Al final, lo da por perdido. A la mañana siguiente se despierta y se da cuenta de que el regalo era para ella: ¡es su cumpleaños!