Peyu y Jair restauran un antiguo billar. Esta vez no es ningún encargo de ningún cliente. Los Bricoheroes vuelven a la esencia del programa: el bricolaje por placer, por amor al arte. Además, es Navidad y el garaje de Peyu, a pesar de ser un lugar oscuro y húmedo, se ha convertido en un lugar lleno de magia, donde pueden ocurrir cosas extraordinarias. Este ambiente hace que Peyu y Jair se pongan tiernas y quieran revivir el mítico programa de TV3 "Navidad a 3 bandas".