Carlos Fuentes nació en Barcelona, aunque se crio en Hospitalet de Llobregat. Fuentes fue descubierto como actor en 1995 de una manera casual mientras caminaba por la calle por Manuel Huerga —el responsable de la retransmisión televisiva de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 1992— quien le eligió como protagonista de su primer largometraje: Antártida, película que le valió la nominación como "Mejor actor revelación" en la edición de los X edición de los Premios Goya de 1996.