Es el final de la Primera Guerra Mundial y los jóvenes soldados italianos están regresando a San Giovanni Rotondo, una tierra de pobreza, con una tradición de violencia y sumisión al férreo gobierno de la Iglesia y sus ricos terratenientes. Las familias están desesperadas, los hombres están destrozados, aunque victoriosos. El Padre Pío también llega, a un remoto monasterio capuchino, para comenzar su ministerio, evocando un aura de carisma, santidad y visiones épicas de Jesús, María y el mismo Diablo. La víspera de las primeras elecciones libres en Italia prepara el escenario para una masacre con una dimensión metafórica: un evento apocalíptico que cambia el curso de la historia.