Anne-Marie, una acaudalada joven, cree que ha encontrado su verdadera vocación al ingresar como novicia en un convento de monjas dominicas, que se dedica a la rehabilitación de mujeres delincuentes. La muchacha siente una extraña fascinación por Thérèse, acusada injustamente de homicidio, e intenta convencerla para que tome los hábitos y se arrepienta de sus pecados. Thérèse insiste en su inocencia, pero, cuando es puesta en libertad, asesina a balazos al autor del crimen por el que la encarcelaron y se refugia en el convento. Allí, no revela a nadie su secreto, mientras la investigación de la policía sigue su implacable curso.