El mundo de Marcela se vuelve extraño y desconocido después de que su hermana Rina muere. Se siente perdida en su propia casa, y su relación con su esposo e hijos parece sufrir. Pero cuando Nacho, una joven amiga de su hija, cae inesperadamente, comienza a hablar y caminar con él. Poco a poco Marcela comienza a tener conversaciones con familiares de otra dimensión.