Viena, 1907. A pesar de haber sido desterrada, por sus indiscreciones, de la mansión familiar, una bella princesa austriaca (Sophia Loren) rechaza los proyectos de su madre que pretende casarla con un príncipe. Ella ha puesto sus ojos en un atractivo ingeniero americano (John Gavin) que está de visita y que cuenta con la aprobación de su padre (Maurice Chevalier).