Un infeliz muchacho de un pueblo castellano llega a la capital con la esperanza de labrarse un buen futuro. En un cine le ofrecen la plaza de abrecoches, pero con la condición de presentarse con el uniforme completo. Hechos los cálculos, llega a la conclusión de que necesita dinero. Inspirado en un film americano donde unos gángsters preparan el rapto de un niño, decide imitarlos para salir del apuro y conseguir el ansiado empleo.